domingo, 23 de noviembre de 2014

Después de un tiempo. Jorge Luis Borges

Un poema hermoso y profundo... describiendo de forma conmovedora como uno va aprehendiendo y comprendiendo a lo largo de la vida, no un aprendizaje teórico de lineas claras y rectas...  Mas bien, un "saber" que uno va surcando con sus alegrías, decepciones, heridas, risas y lágrimas. ¡El que nos va curtiendo la piel y también,  el alma!

"Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma,
uno aprende que el amor no significa recostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender que los besos no son contratos,
y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta
y los ojos abiertos,
no con el dolor de un niño...
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad,
y después de un tiempo uno aprende: que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien te traiga flores...
y uno aprende que realmente fue de aguantar
que uno es realmente fuerte,
que uno realmente vale y uno aprende y aprende...
con cada adiós uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien
porque te ofrece un buen futuro
significa que tarde o
temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de
amarte con tus defectos,
sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado
de esa persona sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos
son contados,
y que el que no lucha por ellos tarde o
temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un
momento de ira pueden seguir lastimando a quien
heriste,
durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo
hace,
pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un
amigo duramente,
muy probablemente la amistad jamás
volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz
con tus amigos,
algún día llorarás por aquellos que
dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada
experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o
desprecia a un ser humano,
tarde o temprano sufrirá
las mismas humillaciones o desprecios.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o
forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sean
como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad
lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo
justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los
que están a tu lado,
añorarás terriblemente a los que
ayer estaban contigo
y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que
intentar perdonar o pedir perdón,
decir que amas,
decir que extrañas,
decir que necesitas,
decir que quieres ser amigo,
ante una tumba,
ya no tiene ningún sentido.
Pero desafortunadamente,
sólo con el tiempo..."

lunes, 3 de noviembre de 2014

La adolescencia



La adolescencia, es una fase de tránsito, entre la infancia y la adultez. Durante la cuál, se producen cambios corporales importantes (transformación de la voz, vello púbico, crecimiento muscular, menstruación).  A la par,  que toda esta “metamorfosis” de su cuerpo, el adolescente lidia  internamente, con profundos movimientos emocionales y psíquicos.

Produciéndole mucha inestabilidad, puesto que desconoce lo qué le   está ocurriendo...Se siente en tierra de nadie, ya no es el niño que era, pero tampoco sabe quién es... Por lo que tendrá que ir construyendo su propia identidad, a través de numerosos avatares. De búsquedas, incertidumbre, rechazo, imitación, pero ante todo,.los intentos desesperados, de  poder perfilar su propio retrato, desde la autenticidad.

Sin embargo,  esta estabilización de la personalidad, no se logra sin pasar por un grado de conducta patológica, inherente a la evolución normal de esta etapa. Aberastury, lo define como “síndrome normal de la adolescencia”, Este proceso, será más o menos conflictivo,  dependiendo de cómo se haya ido construyendo psiquicamente, a lo largo de su recorrido vital. 

Esta  “patología normal del adolescente” se puede describir de la siguiente forma:
   -       Búsqueda de sí mismo e identidad.
   -       Urgencia ante los deseos presentes, con dificultad para la postergación.
   -       Rebeldía, buscando la autoafirmación.
   -       Tendencia a lo impulsivo, sin mediación del pensamiento.
   -       Fluctuación  del humor y estado de ánimo.
   -       Inestabilidad emocional, por momentos se siente confuso,ambivalente, desconcertado, sin saber el motivo.
   -        Replegamiento sobre sí mismo e ensimismamiento.
   -        Separación progresiva de los padres, a veces abruptamente.
   -        Tendencia grupal, dependencia con los amigos como referencia de identidad, necesaria para individualizarse.

A la par los padres, también tienen que adaptarse a la evolución del hijo, sabiendo que su lugar respecto a él es distinto, ya no hay tanta dependencia, pero es necesario estar presente y contener, en momentos delicados. Aceptar que el hijo está creciendo, buscando su lugar en la vida, el propio.

Cuando este proceso que hemos descrito como “síndrome de la adolescencia normal”, es muy complicado para el adolescente, le produce demasiado sufrimiento o manifiesta síntomas, es importante ofrecerle la ayuda de un profesional, para poder acompañarle.